lunes, 2 de septiembre de 2013

El camino...




El camino es el que guía. Si no existieran caminos sería difícil llegar al destino. Elegir el camino, conocer el trayecto hasta donde puedan ayudar los ojos, aceptar la elección, imaginar el trayecto y comenzar a caminar es el objetivo.
El camino es una alfombra ancha al principio y estrecha en el horizonte, a los lados a izquierda y derecha unas pantallas de proyección reflejan el reconocimiento previo en una película hasta el destino.
El camino es noble y acepta en silencio los pies del caminante y lleva con dignidad su falta de palabras para comunicarse en cambio ofrece su silueta para el descanso con alegría sabiendo que esa ayuda es necesaria.
El camino conoce su principio y fin. En su génesis supó soportar su construcción, que según su contenido se puede afirmar que la mano del hombre participó o que fue el resultado de un fenómeno de la naturaleza y el tiempo. Su vida puede ser efímera o eterna pero mientras exista cumplirá con su objeto de creación.
El camino ofrece sus servicios al hombre sin pedir nada a cambio. Su alma se regocija mientras es usado y se entristece cuando se ve obligado a sobrevivir  en soledad. Este ciclo emocional se repetirá hasta el final del mundo y en su último aliento agradecerá su existencia.
El camino y el hombre han perpetuado una sociedad en el tiempo para transportar sus migraciones, mercancías, tropas de guerra y recursos para construir ciudades y monumentos. La obstinación del hombre ha querido siempre salirse del camino ya sea para encontrar un atajo u otro camino. Ha sido una constante dicha obstinación en la historia, teniendo resultados positivos algunas veces y otras negativos.
Ya sobre el camino el hombre debe seguir su intuición y no dejarse engañar por la proyección en sus lados porque aveces se ve lo real y otras espejismos. La película dependerá del estado emocional, la euforia generará optimismo y visiones realistas, la depresión pesimismo y espejismos. La decisiones también se verán afectadas definiendo la llegada a destino o la deserción.

Un buen caminante elegirá su camino y se hará amigo. Actuará con honestidad y cariño si tiene que abandonarlo y con constancia y humildad hasta llegar a destino. Un Amigo puede ser un camino.

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